CONCLUSIÓN
A pesar de todas las críticas, la teoría clásica es hoy en día el enfoque más utilizado por quienes se inician en la administración, pues aporta una visión simple y ordenada. Asimismo, en el caso de ejecución de tareas administrativas rutinarias, el enfoque clásico divide el trabajo de la organización en categorías comprensibles y útiles. Los principios proporcionan guías generales que permiten al administrador manejar las obligaciones diarias de su trabajo con más seguridad y confianza. Sin embargo, en una época de cambio e inestabilidad como la que atravesamos actualmente, el enfoque clásico resulta rígido, inflexible y conservador, pues fue concebido en una época de estabilidad y permanencia.
Para entender el enfoque clásico es preciso conocer la época y el contexto que se caracterizaron por el predominio de un modelo de administración adecuado para esa situación.
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